Alasdair Fraser y Paul Machlis - Skyedance - A Noch Gur Fanoin Mo Chadal,

 







        

La colaboración entre Alasdair Fraser y Paul Machlis representa una de las alianzas más influyentes y duraderas en la música celta contemporánea. Durante más de dos décadas, transformaron la tradición escocesa fusionándola con elementos modernos, atrayendo a audiencias globales y revitalizando melodías antiguas con arreglos innovadores. Su encuentro en 1983 en Berkeley, California, durante un taller de música escocesa, dio inicio a una asociación que produjo siete grabaciones y numerosas giras, marcada por una química única que combina virtuosismo tradicional con texturas new age.

Alasdair Fraser, nacido en 1955 en Clackmannan (Escocia) y reconocido mundialmente como uno de los mejores fiddlers escoceses, fundó su propio sello, Culburnie Records, en 1986 precisamente con el lanzamiento de su primer álbum conjunto: Skyedance. Este disco marcó un hito al presentar arreglos lujosos y elocuentes de melodías gaélicas antiguas, extraídas de colecciones históricas como la de Patrick MacDonald (1784) y Captain Simon Fraser (1816). Acompañados por músicos como Tommy Hayes (bodhrán), Todd Phillips (bajo) y Ron Wilson (batería), el violín y viola de Fraser se entrelazan con el piano y sintetizadores de Machlis, creando una atmósfera vibrante que fusiona lo ancestral con lo contemporáneo.

En 1989 llegó The Road North, que profundizó en esta fusión con influencias new age, ampliando su audiencia y anticipando la explosión de la música celta en los 90. Con invitados como Michael O'Domhnaill (guitarra) y Glen Moore (bajo), el álbum destaca por su equilibrio entre tradición y modernidad, con composiciones originales de ambos músicos.Más adelante, en 2002, publicaron Legacy of the Scottish Fiddle Vol. 1, un proyecto dedicado a celebrar el repertorio clásico escocés con invitados como la chelista Natalie Haas (quien más tarde se convertiría en la principal colaboradora de Fraser) y Todd Phillips. Este álbum, junto con su volumen 2 (2004, con Muriel Johnstone al piano), representa un retorno a las raíces, honrando compositores históricos como Niel Gow, J. Scott Skinner y William Marshall, mientras inyectan fuego y gracia a las interpretaciones.La química entre Alasdair Fraser, virtuoso del fiddle y la viola con un estilo emotivo y preciso, y Paul Machlis, pianista y compositor californiano con experiencia en bandas de danza escocesa, es el núcleo de su éxito. Machlis aporta texturas modernas con piano, sintetizadores y armonías ricas, complementando perfectamente las exploraciones melódicas de Fraser en melodías gaélicas antiguas. Esta unión no solo preserva la esencia escocesa, sino que la hace accesible y fresca para oyentes contemporáneos.
El álbum Skyedance (1986) es una verdadera joya de la música celta moderna. Este debut no solo sentó las bases de su colaboración, sino que reinventó la tradición escocesa con sonidos vibrantes y arreglos innovadores. El virtuosismo emotivo del violín de Fraser se fusiona magistralmente con las texturas del piano y sintetizadores de Machlis, transformando melodías antiguas en experiencias sonoras únicas y envolventes. Considerado un clásico con amplio atractivo, Skyedance sigue siendo una referencia esencial para amantes de la música celta que buscan emoción y renovación.Una de las piezas más evocadoras de este álbum es A Nochd Gur Faoin Mo Chadal Dhomh (traducción aproximada: "Esta noche mi sueño será inquieto" o "Tonight my sleep will be restless"), un aire tradicional gaélico que cierra el disco. Esta lenta y melancólica melodía captura una profunda carga emocional de insomnio y añoranza, reflejando la esencia introspectiva de la música escocesa antigua. El violín expresivo de Fraser, con su phrasing delicado y conmovedor, se entrelaza con las suaves y armónicas capas del piano de Machlis, creando una atmósfera etérea y transportadora que evoca paisajes brumosos y recuerdos lejanos. Esta pista destaca por su belleza minimalista y sensibilidad, mostrando cómo ambos músicos capturan lo tradicional mientras añaden una visión moderna y profunda. Es, sin duda, una joya que resalta el talento incomparable de Fraser y Machlis en su colaboración.En resumen, la alianza entre Alasdair Fraser y Paul Machlis no solo enriqueció el panorama de la música celta, sino que inspiró generaciones de músicos a explorar las fronteras entre tradición y innovación, dejando un legado perdurable en álbumes que siguen resonando con pasión y autenticidad.




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